José Luis Díaz-Granados
Nota de presentación escrita por José Luis Días-Granados, de mi libro “Visibles Ademanes” (No. 93- Colección un libro por centavos- Universidad Externado de Colombia) leída el 29 de Agosto de 2013 en la biblioteca del Gimnasio Moderno.
YUYÍN EN EL CORAZÓN
A las cuatro de la mañana / sobresaltada despiertas con un brazo inmóvil / tu corazón cansado está agitado / quiere abrirse como una rosa / la ventana ahí / para respirar para encontrarse con el alba / pero estás asustada / tu corazón marcha al ritmo de una extraña melodía / sigilosos los visitantes rodean tu lecho / presencias, voces, risas, / el tiempo toca a tu puerta. (El tiempo toca a tu puerta – Eugenia Sánchez Nieto).
Desde su primer libro, Que venga el tiempo que nos prenda, publicado en 1985, Yuyín nos ha acostumbrado a ese tono narrativo tan personal, tan suyo, ese tono tan particular donde cada palabra está colocada en su sitio justo, que luego van a formar versos que revelan y escrutan, que persiguen recuerdos y agazapan reflexiones. Tono enumerativo sin ser jamás monocorde en donde reinventa el mismo beso inaugural de la primera pareja humana, pero construido a su manera, a su modo, en la puerta donde el amor tiene su lugar.
Eugenia Sánchez Nieto, a quien conocemos familiarmente como Yuyín, ha venido ascendiendo por peldaños invisibles hacia una poesía que deja traslucir los sótanos profundos de su alma y de su diario vivir. Precisamente en el año de publicación de su primer libro había tenido la gratificación de leer poemas suyos durante un certamen en el cual yo era jurado. Me habían fascinado sus rigurosas transgresiones y sus sencillas pero lapidarias maneras de indagar a las sombras. Recuerdo haber discrepado agriamente esgrimiendo argumentos contundentes con mis compañeros de jurado, quienes -dos contra uno- terminaron derrotándome en la aspiración de otorgar al libro de Yuyín el primer premio.
Desde entonces afloró en mí, como es natural cuando algo causa en un lector una pequeña o gran conmoción espiritual o estética, una admiración parecida a la intriga con esta joven poeta bogotana que se debatía entre la cacería de susurros estremecedores y la recreación de las pasiones en el escenario teatral.
Vinieron nuevos libros, las expectativas cesaron cuando la autora promisoria se había convertido en una poeta cabal, exacta y verdadera. En 1990 apareció Con la venia de los heliotropos. Tres años más tarde, Las puertas de lo invisible y en 2004, luego de un silencio editorial de diez años, publicó con el título de Visibles ademanes, una selección de poemas en la colección "Viernes de Poesía" de la Universidad Nacional de Colombia. Caza de Libros de Ibagué le editó su poemario Dominios cruzados y en este año de gracia, la colección "Un libro por centavos" de la Universidad Externado de Colombia, bajo la dirección del poeta Miguel Méndez Camacho y la coordinación editorial de Clara Mercedes Arango, su antología titulada Visibles ademanes.
En esta selección, de la cual escucharemos en la voz de su autora algunos poemas, aflora la fuerza verbal de una poesía sencilla, esplendente y rotunda, donde el asombro de vivir es el testimonio permanente y traslúcido de su afortunada travesía por el piélago infinito e insondable de las palabras.
JOSÉ LUIS DÍAZ-GRANADOS
Bogotá, 29 de agosto de 2013.
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