Poemas del Cuaderno Visibles Ademanes / Eugenia Sánchez Nieto
Del cuaderno de poesía Visibles Ademanes, publicado en la colección Viernes de Poesía (2004) Dirige, Fabio Jurado, Universidad Nacional de Colombia.
LIMITES CONTRARIOS
Las rojas cortinas, las pesadas cortinas
tenían memoria de hechos peligrosos
La luz se filtraba iluminando la cama
caballos blancos irrumpían en una cabalgata sin término
el hombre abismado en palabras
que se volvían bombas a punto de explotar
Ella avejentada y sin hijos
caminos recorridos, luchas al lado de su amado
el recorriendo su espalda, su cuerpo, su cuello
un masaje iniciado con amor
Esas carnes blancas, esas caderas anchas,
ese cuerpo abandonado
buscando más que un masaje, el amor
los caballos en su hermoso galopar
Las manos fuertes alrededor de la nuca
las palabras perdiéndose en su mente alucinada
masaje más allá de lo permitido
la nuca roja como las cortinas
los ojos extrañamente abiertos mirando una lejanía no vista
El cuerpo desgonzado
un hombre perdido por corredores
sabiendo que sus manos no le han obedecido
el amor en su idioma extremo
las cortinas desgarradas
y el galopar incesante de hermosos caballos blancos.
LOS GESTOS ESCOGIDOS
Ella no es capaz de abandonar su amor
amor que le hiere que le odia
su cuerpo magullado reclama un peso
el peso que la invade
ruinas, desdén, impotencia
Ella lo arriesga todo
y el amor perdido se asoma por instantes
pasadizos, mentiras, simulacros
¿A dónde los corazones rotos?
Ella se cree muy amada con el ojo negro
nunca el amor fue más real
cuando su ebrio amante
la arrastro casi desnuda escaleras abajo
Ella lo arriesga todo
simulacro, mentira, impotencia
su amor real, el peso que la invade.
LOS HILOS DEL DESEO
Te entregas a exorcizar tu piel
bellos cuerpos se unen en la blanca habitación
criaturas sentadas a lado y lado
en actitud indiferente
uno a uno sus cuerpos se transforman
la expiación del cuerpo en el deseo.
Se abisman en su olor
son portadores de la loca alegría
la piel vertiginosa arremete
alcobas suntuosas, desbordadas
viajeros de tierras frías no creen lo que ven
¿Es ensoñación?
la inocencia ataca y acecha
el pensamiento como bumerán en viaje misterioso
muchachas y donceles embriagados en su olor
habitan la pureza.
Labios deseosos succionan delicadas fresas
en blancas sabanas formas palpitantes
espectadores silenciosos impregnan su emoción
tu ardor da júbilo, todos los espacios son filtrados
tu dulce boca, tu piel erizada
el escándalo cambia el rumbo
en lechos suntuosos, cuerpos sitiados tiemblan de emoción
LO INASIBLE
Aún siento el frío de aquella noche
en la puerta del beso
la noche nos cubría con su manto de seducción y miedo
tus fuertes manos recorrían aquél cuerpo palpitante
extasiados traspasaban sus pieles
las tenebrosas calles perdían fuerza
no había más
la noche presenciaba fascinada aquella entrega
en la puerta del beso
el amor tenía su lugar.
LAS VOCES DEL AMOR
Ame el rostro del amor
con sus labios rozados y sus ojos iluminados
su cuerpo desgonzado y ardiente
sus palabras melifluas
su desvarío instantáneo
Ame la idea del amor
sus apasionadas y gastadas palabras
el fanatismo que convoca e incita
el desborde de muertos
fogonazos, fetiches, abalorios,
las voces del amor han poblado el mundo
Ame el instante del amor
su sentido de pertenencia
las múltiples heridas del amante
la muchacha declarada suicida
su mirada fugaz
El amor que engendra odio
el amor enmascarado
ame el rostro del amor
con sus labios violeta y su mirada perdida.
PENDIENTE
Su rostro no permanecía idéntico a sí mismo
se entregaba con frenesí a un amor no correspondido
aquella joven lo tenía extraviado
paseaba interminables horas esperando encontrarla
cafetines ruidosos, parques solitarios, cines olvidados
casi siempre ella estaba con alguien
El frío acomodándose en su cuerpo
escribía de manera delirante
había perdido su ser, muchos lo invadían plenamente
su conciencia se agudizaba cada vez más
no tenía límites entre lo real y lo irreal
asumía diversas personalidades
Buscaba su amada inexistente
una furia incontenible
lo arrojaba cada vez a hacerse daño
permanecía largas temporadas oculto
alguna vez que lo vi, huía de sí mismo
mujeres enamoradas le ofrecían su cuerpo
Se adentraba en la noche
huía de la gente, la simulación, la risa
del buen juicio que crecía como globo
nada lo detenía, el amor se le había extraviado.
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